Esas miradas de odio y tristeza

Hola amigos, no puedo dormir y aprovecho para escribir en la tranquilidad de la noche, cuando solamente escucho muy lejanos los vehículos pasar por la carretera y los grillos con sus conciertos nocturnos. Hoy quiero referirme a ese monstruo que enfrentamos día a día en las calles. Pienso que es un suplicio salir a las calles en Managua por ese ambiente tan tenso que se siente. Primero: La mala educación de los conductores del transporte colectivo, que se han convertido en una maquinaria mortal contra todo el mundo. Segundo: Esta generación de niños y jovenes que pernoctan en los semáforos de la capital. Un día de estos observé a un niño no mayor de diez años tener en su mano derecha una enorme piedra dispuesta a lanzarla contra el mundo, lo malo es que en ese momento estábamos varios conductores muy cerca de él. Tenía una mezcla de rabia y tristeza en sus ojos, tal vez alquien había olvidado darle unas monedas después de haber limpiado el vidrio del carro o como es común lo había humillado. Considero que a la mayoría de estos niños no les queda otro camino que la delincuencia, la materia prima ya la tienen, el abandono, la violencia, la falta de oportunidades para estudiar, y la soledad. ¿Qué le queda entónces? que un adulto le administre ese resentimiento, ese odio contra la vida y las personas.Es un rosario de maldiciones. Cada día salen más criaturas, habitantes de las calles, un niño chineando a otro niño. Y me pregunto ¿ Dónde están esos programas gubernamentales llenos de tanto amor para los pobres? Ya ustedes saben quienes tienen la palabra.